Ecuador está de fiesta. Barcelona está en la final, en la Copa Libertadores y en la Copa Sudamericana. La ciudad de Cuenca se vistió de amarillo y su equipo hizo su mejor presentación del año. Le ganó 1 a 0 a Barcelona, pero el campeonato no se gana en partidos, sino en campañas.
La última semana estuvo llena de comentarios, análisis y posibilidades. Llegó la hora del partido y los aficionados vistieron de amarillo la ciudad de Cuenca. Querían ver a su equipo en la final y hoy su deseo se cumplió.
A pesar de las faltas y roces del partido, Barcelona nunca bajó los brazos y quien juegue en este equipo debe saber que siempre tendrá que enfrentar los partidos más difíciles, porque “todos los equipos del Ecuador quieren jugar bien enfrentando a Barcelona”. Barcelona ya no es un equipo, Barcelona es un movimiento deportivo.
Gustavo Costas es el gran ganador en esta fiesta porque puso los mejores jugadores que tenía. El sabe como resolver situaciones complicadas ya que Barcelona ha tenido problemas por la gran cantidad de lesionados, pero su forma del ver el fútbol, hizo que el equipo pueda suplir estas deficiencias. A él no se le puede reprochar nada, porque supo improvisar en algunas posiciones y les dio confianza a sus jugadores.
Está consolidando a un juvenil excepcional que ha sido descubierto en Barcelona. Carlos Gruezo es titular en este equipo porque marca, recupera, centra, patea al arco y lo más importante, juega con el corazón.
Hoy y lo que resta del año, Guayaquil celebrará la campaña del primer clasificado a la final 2012 porque Barcelona le devuelve la fe a todos sus seguidores. Está en el camino correcto para su estrella número 14 y mantiene viva a su afición.
El aire huele a caramelo. ¡Gracias Barcelona!
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