Carlos Arecio Amarilla Demarqui es un desastre en sus decisiones como árbitro, nuevamente quiso ser el protagonista en un partido de fútbol y cumplió su cometido. Incitó a los jugadores a que le reclamen para poder tener argumentos para sancionarlos, amonestó cualquier acción, no validó jugadas reales y le importó poco un penal claro. Por todo esto, es notorio su poco criterio y mala intención para identificar las acciones correctas.
Todo el pueblo ecuatoriano reprocha su actuación en el compromiso por eliminatorias porque es un árbitro mal intencionado que saca tarjetas amarillas y rojas que no tienen fundamento, porque son jugadas casuales. Causó asombro que haya pitado el primer penal a favor de Ecuador, pero ya se sabía que iba a buscar una acción para congratularse con el equipo local. Y así fue, ya que a los 61 minutos no pita un penal y al minuto 94 hizo una expulsión.
EXPULSIÓN Y PENAL NO PITADO: EL PERJUICIO DE CARLOS AMARILLA
En el momento de la presunta falta de Antonio Valencia, cuando ya se habían terminado los minutos de reposición del segundo tiempo, la jugada no era para tarjeta amarilla, pero con la malicia y habilidad que lo caracteriza, Amarilla se acordó de que el jugador tenía tarjeta amarilla y procede a sacar la segunda, para luego tener una tarjeta roja y así, quitarle un jugador importante a Ecuador en lo que restaba del partido y en el siguiente ante Chile.
La acción más criticable, fue la del penal a favor de Ecuador a los 16 minutos del segundo tiempo, cuando Crhistian Benítez fue derribado por Muslera en una acción clara de gol. Esta acción debió ser pitada como penal y expulsión para Muslera porque era el último hombre, sin embargo, de manera sorprendente Carlos Amarilla no sanciona el penal y saca una tarjeta amarilla a Benítez argumentando que simula la falta y lo condicionó por el resto del partido.
PASÓ DE 400 A MÁS DE 5000 SEGUIDORES EN TWITTER QUE LO ESTÁN INSULTANDO
Es comprensible que las redes sociales se inundaran de insultos para este mediocre árbitro de fútbol, que no hace más que perjudicar a quien él quiere. Su cuenta de twitter tenía 400 seguidores y ahora llega a más de 5000 y no son personas que quieren seguirlo para conocer sus estados, sino para poder descargar de alguna manera todo el rencor que se gana por perjudicar al fútbol. Tiene un ego elevado y hace uso de su profesión para sentirse poderoso, cuando en realidad no lo es. Es notoria su falta de criterio y debería estar fuera de las canchas de fútbol, porque no hace más que empañar el juego limpio.
LAS DIRIGENCIAS DEBEN HACER UN RECLAMO
Si las dirigencias de fútbol son los representantes del pueblo y si no hacen un reclamo, este tipo de individuos que se dedican al arbitraje de fútbol, seguirán ejerciendo tranquilos y perjudicando al equipo de turno que llegue a sus manos.
Redacción Gustavo Alvarez Tagle - (@GUSTAVOALVAREZT)
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