Todo está listo para que el equipo amarillo juegue en Cuenca. Gustavo Costas tiene el equipo titular, la hinchada está en Cuenca y sólo falta que comience el partido para cambiar la historia.
HOY LA SITUACIÓN ES DIFERENTE
El equipó morlaco es el que tiene que salir a ganar el partido para sumar puntos y poder clasificar a Copa Libertadores o para ganar la segunda etapa. Actualmente está en el puesto 8 con 8 puntos, igualado con Nacional que está en el puesto 7 porque lo supera en gol diferencia. Barcelona lo supera por 6 puntos y es el líder del campeonato con 14 puntos.
BARCELONA ES EL MEJOR VISITANTE
En los 7 partidos jugados de la segunda fase, el Deportivo Cuenca no ha tenido buenos resultados como local, ya que sólo ha ganado 1 partido por 2-1 al Independiente del Valle y ha cedido 4 puntos por tener 2 empates, 1- 1 con Olmedo y 0 – 0 con Deportivo Quito. En cambio Barcelona como visitante ha sido muy efectivo, ya que tiene 2 triunfos por 2- 1 ante Olmedo y Emelec y 2 empates, por 1 – 1 ante el Manta y por 2 – 2 ante Liga de Quito.
AHORA DEPORTIVO CUENCA TIENE LA PRESIÓN
El técnico Luis Soler sabe que Barcelona no es el mismo equipo y que sus jugadores tienen la presión de ganar el partido. Barcelona ha cubierto las deficiencias que tenía en la primera etapa, con la inclusión de Renzo Revoredo que tiene oficio de marcador y con Michael Arroyo como volante ofensivo para “disparar de media distancia” y cobrar de forma efectiva algún tiro libre que se presente. Arroyo es el jugador referente para las jugadas de “pelota quieta” y esto le puede causar muchos problemas a Soler.
BARCELONA PUEDE CAMBIAR LA HISTORIA
Desde el año 2007 el equipo amarillo no ha ganado en el estadio Alejandro Serrano Aguilar y la última oportunidad que tuvo el equipo, fue el pasado 6 de julio cuando el resultado fue adverso por 1 – 0. Pero el fútbol da revanchas y hoy Barcelona tiene muchas posibilidades de ganar, porque ya no existe la presión anterior en la que se dependía de otros resultados para clasificar a la final. Esta situación definitivamente afectó a los jugadores mentalmente y fue un factor principal para que en la cancha se muestren muy conservadores, a diferencia del D Cuenca que no disputaba nada.
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